Un nuevo Festival Internacional del Habano, el décimo, ha comenzado en La Habana. Los amantes del buen fumar comienzan a llegar a una isla cuyo tercer renglón exportable es el tabaco y donde cada día son más los sitios donde se resquebrajan las prohibiciones de fumar, mientras que todo lo contrario sucede en este convulso mundo con esa ley antitabaco que ha logrado, entre otras cosas, vender más puros que nunca y crecer en mercados.
Dos vitolas en su momento salidas con éxito como Ediciones Limitadas serán las más emblemáticas del certamen: el Mágnum 50 de H. Upmann (cepo50, 141 mm) y el Epicur Especial de Hoyo de Monterrey (cepo 50, 161 mm), pero al cabo de tres días de fiesta tabaquera, los periodistas acreditados sólo las han visto en láminas, posters y otros medios publicitarios.
Por cierto, acabo de llegar de la zona conocida como Hoyo de Monterrey, en la occidental Pinar del Río, donde conocí al joven Ramón Osorio, dueño de la principal vega de la emblemática zona. Comenzará en breve estudios de agronomía y nunca se ha llevado un puro a la boca. “Mi placer es cultivar, producir”, argumentó bajo la atenta mirada de su padre.
Este año, “Hoyo” cumple 164 años, mientras que “Upmann” 143.Mágnum 50 iniciará viaje acompañado del 46. Señores, que ha nacido una nueva línea, la Magnum.
Los organizadores han dado a conocer que durante este año, múltiples marcas saldrán al mercado en tubos de aluminio. Entre ellas, toda la familia Cohíba, al igual que Partagás Serie D. No.4 y la P Nº2.
Famosos, hasta ahora, ninguno ha puesto un pie en la isla y como ya es habitual, sesionan los concursos de Habanosommelier y HabanosArmagnac en su tercera edición. Visitas a vegas y fábricas están en marcha. Todo, para concluir con la Noche de Gala, la gran subasta y los hombres Habano del año.
Días intensos para vivir y luego contar.
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